Después del discurso de la sucesora de Griñán, de más de una hora de duración, Susana Díaz, ya ha marcado sus prioridades de gobierno y
donde hemos podido observar que no hay cambios sustanciales en la gestión
propuesta, connotando una clara tendencia continuista caduca y obsoleta que no
da soluciones a la situación actual de Andalucía. Ha escondido la cabeza bajo
el ala, a la hora de abordar el motivo principal del cambio en la presidencia
que no es otro que el escándalo de la
trama de los ERE falsos, uno de los mayores escándalos de corrupción de la democracia
española. Por ello, hay que recordar a la candidata sus anteriores puestos de
responsabilidad en tiempos tempestuosos.
Susana Díaz era Secretaria de Organización cuando José Antonio
Viera, el responsable de confeccionar el marco jurídico para el desarrollo de la trama
de corrupción de los ERE, era el secretario general del PSOE sevillano. También estaba Susana en el Ayuntamiento de
Sevilla como concejal cuando se urdió el escándalo de Mercasevilla y
también estaba allí mientras con dinero público se beneficiaba a empresas
sevillanas de socialistas y amigos del PSOE.
Además resulta sorprendente que en su discurso de investidura hiciera
referencia a Cataluña, expresando cambios constitucionales, no para dar cabida
a nuevos panoramas más integradores de la realidad actual de España, sino para
parar y anular la voluntad de un pueblo, el catalán. Como no tiene otros
problemas que solucionar en Andalucía, entre ellos abordar el 35% de paro.
Además, le debería dar vergüenza ver como 35 años después de la restitución
de la democracia, Andalucía continúa teniendo un PIP negativo. Únicamente se
han preocupado en engordar el funcionariado público, de colocar a sus amigos y
conocidos, y de ampliar la corrupción de la partidocracia que va en contra de
todos los ciudadanos de Andalucía.
Por este motivo se hace muy difícil que esta” España “que conocemos,
dominada por dos partidos que son el PSOE y el PP, que forman parte de la
partidocracia, también llamada casta chupadora, ¿Cómo va a ser posible que
concedan a Cataluña la posibilidad de no formar parte de España con el 16% de
la población y con la recaudación del 25% de los impuestos de España?
Ciertamente nos encontramos ante un cambio de presidencia en Andalucía
con una persona que no ha trabajado nunca fuera del ámbito de la política y no
es del PP; que es joven; que es de otra generación y es del PSOE, pero continua
protegiendo el cortijo particular, haciendo del enchufismo la principal fuente
de reducción de la oficina de empleo con la consecuente servidumbre de la
población que hacen del subsidio su “modus vivendi”.
Andalucía se merece más de lo que tiene, pero
son sus ciudadanos los que deben exigir transparencia en la gestión, cambio de
modelos productivos, nuevas políticas sociales en busca de cohesión social,
promoción empresarial, preservar y potenciar políticas de juventud, mejorar la
sanidad pública y la educación...en vuestras manos está.
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