dimarts, 19 d’octubre del 2010

¿ Princesa o Alcaldesa?

Las televisiones tanto públicas como privadas han sabido sacarle buen partido a la hora de incluir en sus programaciones los llamados reality shows del corazón, por llamarlos de alguna manera, donde comentan o inventan situaciones cotidianas de “los personajes“ públicos, los llamados “famosillos” gente que me atrevo a decir sin escrúpulos, a los que no les importa vender intimidades y mentir o desmentir con tal de no dar palo al agua. Ante el aburrimiento de los telespectadores todas estas críticas morbosas donde la intimidad no existe y las críticas llueven. Es inevitable para el espectador aprender nuevos vocablos y adjetivos despectivos en cada programa que después algunos trasladan a su vida cuotidiana transformándola en ordinaria y poco recomendable. Y ahora dicen que hay una Princesa del pueblo, le otorgan máxima autoridad, hace y deshace, se hace la víctima, le agota el trabajo, está cansada de críticas…pero después sale orgullosa dando la cara para decir lo poco que hace bien. ¡ que lástima ¡ Y es que en todos los pueblos tenemos algún personaje así, y desgraciadamente nos suena esa canción que no es ficción, sino realidad nuestros políticos. Y la comitiva que le rodea, que no es poca, secundarios con aspiraciones, su delfín destronado o personas de confianza de la princesa, reina del desorden y la ineficacia, delante de ella muy bien pero trajinan y manipulan estrategias perversas de traición y desprestigio. Es como el dicho: “Quien bien te quiere te hará llorar” es más latente que nunca. Y sigue con la venda en los ojos y es que hasta Maria de la O, con su “ que desgraciadita tu eres teniéndolo tó” y perderlo todo por no saberlo gestionar. Ya sabemos que el poder es un arma de doble filo y que si no lo coges por el mango, pasa lo que pasa. Hay quien desea agotar periodos y resistir al máximo pero el precio que se paga, no lo paga “la Princesa”, inevitablemente quien lo va a pagar es el Pueblo.

Rafael Galván Rodríguez

dimarts, 5 d’octubre del 2010

De Feria

La Feria de Arcos ya ha terminado, todo un lujo para cualquier persona, pero especialmente para las personas que hoy en día estén pasando por una situación crítica o medianamente pasable. Algunos aunque solo por aparentar, se han dado una vuelta para decir que ha estado por ahí, aunque con un consumo mínimo, sin alegría y sin nada de nada. No entiendo porqué aun hay gente que se extraña que el gasto medio por familia y la afluencia hayan bajado tan considerablemente. Y es que aun no hemos salido de comprar material escolar, libros, uniformes, ropa y zapatos…!que ruina!, y suerte de la educación gratuita…; en estos casos, evidentemente hay otras necesidades básicas que cubrir antes que malgastar en fiestas para que el día a día no se vea afectado por un gasto que la familia, en estos momentos de crisis no puede asumir como en otros tiempos años atrás de bonanza económica. Los afortunados que sí han podido disfrutar de la Feria, entre ellos la Alcaldesa, de visita por las casetas con la excusa perfecta, entre otras, de hacer campaña electoral, según dicen, o circo electoral. Ella si que ha tenido tiempo para pasear y alardear de su mala gestión maquillada de buenas palabras y en compañía de personajes de poca credibilidad política, en parte porque es obligación de la máxima autoridad municipal y también para que las personas que se hayan sentido engañadas por las mentiras y por los proyectos fracasados de la Alcaldesa, puedan dirigirse a ella y expresarles lo decepcionados que se sienten, si es que la comitiva que la acompaña, no crea una barrera inaccesible, porque “ hay ciertas cosas que a la Alcaldesa no se le pueden decir “. Pero es lo que tiene ser un personaje público, que cuando hay que hacer reconocimientos se hacen, y si hay que criticar la ineficacia y la mala gestión provocada por ella, tiene que aguantar hasta las últimas consecuencias. Como en las bodas, para lo bueno y para lo malo.


Rafael Galván Rodríguez