dimecres, 11 d’abril del 2012

La fuerza del destino

Durante más de dos años, este Periódico me ha dado la posibilidad de expresarme libremente y ofrecer mi opinión sobre muchos temas actuales tanto de Arcos de la Frontera como a nivel Nacional. Soy consciente que cuando expresas una opinión, siempre habrá personas que opinen lo mismo, igual, parecido o bien totalmente diferente, incluso que se puedan haber sentido identificadas y ofendidas por el simple hecho de decir la verdad desde un punto de vista crítico y constructivo. Pero afortunadamente estamos en democracia y la libertad de expresión está ahí, para lo bueno y para lo malo. Es lo que tiene poder hablar libremente siendo consciente de los límites de la palabra y el juego con las conjugaciones y expresiones, de forma sencilla, transparente y clara, para que todo el mundo lo entienda y de paso coquetear también con el juego dialéctico donde el doble sentido toma un fuerza consistente. Es una manera de hacer ver a los demás mi implicación activa en la sociedad arcense, en sus problemas, defectos y también virtudes a destacar con la finalidad de mejorar si cabe, siempre desde un punto de vista humilde de un convecino que quiere lo mejor para su pueblo. Ahora el destino va a dar un vuelco de 360º y va a hacer que todo esto lo vea desde cierta distancia por motivos laborales, pero si es cierto que mi vinculación aun la distancia va a ser la misma. Hay algunas cosas pendientes en mi agenda personal y un compromiso firme tomado ante los ciudadanos de transmitir transparencia, cercanía y cambio de la vida consistorial, donde otro modelo de gestión es posible, eso sí, desvinculado del engaño “ político” al que fuimos sometidos muchos ciudadanos de Arcos y en cuyo proyecto me impliqué yo y muchos amigos y compañeros a los que les tengo todo mi respeto por ser firmes y tajantes en las decisiones tomadas de abandonar un barco que se hunde a marchas forzadas. Por ello, queda un tema pendiente, por amistad, por cariño, por fidelidad, por su valor humano, por su ímpetu y por el tesón demostrado con un trabajo firme y el convencimiento que todo es posible si queremos que sea así, pero visto desde el día a día y lo cuotidiano. Por ello, quién sabe si el destino nos proporcionará esa posibilidad y vuelva a producirse otro giro que haga que todo aquello por lo que hemos luchado y sufrido, por fin lo podamos llevar a cabo, por y para los ciudadanos. Las puertas quedan abiertas con la ilusión y la esperanza que por las ventanas entre aire fresco, nítido y renovado de ilusión y esperanza. El tiempo y la fuerza del destino nos lo dirá.


Rafael Galván