JUNTA DE ANDALUCÍA, PAGA LO QUE DEBES

Escuchando las declaraciones de uno de los miembros del Gobierno Español, el Ministro de Hacienda Don Cristóbal Montoro, se me ha puesto inevitablemente la piel de gallina. Es increíble cómo el Ministro, si no se conoce y vive la cruda realidad, interpreta y expone los acuerdos tomados en el último Consejo de Ministros. Un ejemplo claro es cuando explica que ya han utilizado casi la totalidad del dinero asignado para saldar deudas de los Ayuntamientos contraídas con los proveedores. Nos hacen ver que este Gobierno está apoyando a las pequeñas y medianas empresas, a los autónomos que reconocen, eso sí, que son los motores de la activación y creación de empleo y riqueza. Ahora toca hacer lo mismo con las Comunidades Autónomas y reconozco que es una medida positiva pero insuficiente. Con esta actuación el Gobierno ha tenido en cuenta, nada más y ya es mucho, a los proveedores que han presentado factura y que los respectivos entes las habían ido acumulando en el baúl de los recuerdos, pero no se ha tenido en cuenta a los autónomos, las pequeñas y medianas empresas que mediante convenio y contraprestación de servicios han estado trabajando para y con la Administración, formando parte del ente que por no disponer de medios, éstas, las Comunidades, decidieron disponer de agentes externos ya estructurados y con la formación correspondiente para llevar a cabo políticas y cumplir sus objetivos de una forma más económica para ellas. Estos pagos de la administración se hacen mediante subvención que previamente deberían haber presupuestado en sus respectivas cuentas, pero la sorpresa es ver como no fue así y además pagan poco, tarde y mal. Concretamente me refiero a esos agentes externos, a todas aquellas empresas, Agencias de Fomento de Alquiler (AFA) que la Junta de Andalucía homologó para llevar a cabo la gestión de alquiler de viviendas libres, la puesta a disposición para el programa de alquiler subvencionado con las correspondientes ventajas para el propietario y los inquilinos que cumplieran con la normativa aprobada. Una vez conseguidos sus objetivos mediante nuestra inversión previa y trabajo, todo y que queda recogido en convenio, no pagan y va pasando el tiempo y la mayoría de agencias han tenido que bajar la persiana por la deuda de la Administración con ellas desde el 2009. La situación se ha vuelto insostenible y entre la Consejería de Vivienda y Territorio, y la Empresa Pública EPSA solamente hacen que poner excusas y cambiar normativas para denegar o ignorar nuestro trabajo previamente elaborado. Ni tan solo han querido hacer un reconocimiento de deuda para poder negociar con los bancos, que sin escrúpulos, embargan e incrementan con intereses de demora los impagos provocados por la mala gestión y no cumplimiento de las obligaciones de la Junta de Andalucía. Para que os hagáis a la idea, a una pequeña empresa como la mía nos deben desde el 2009, alrededor de los 120.000 €, y hay 390 empresas más que la suma de lo adeudado es de más de 6 millones de euros. El Ministro habla de cumplir con los objetivos de déficit 0 de las Comunidades Autónomas, pero mi pregunta es ¿Tienen contabilizadas estas partidas en sus presupuestos? La respuesta es contundente y clara, no. Después vienen las sorpresas por falta de rigurosidad en las cuentas y es entonces cuando ni Europa, ni nadie se fían de nosotros ¿Dónde está la rigurosidad y la seriedad de la Junta de Andalucía? A día de hoy ya hemos rozado un récor histórico de la Prima de Riesgo, 545 puntos y si fueran conocedores de estas situaciones y de muchas más, se dispararía aun más. La confianza en los mercados se gana con seriedad y con actuaciones contundentes, no con buena voluntad y gestionando de esta manera. Da miedo saber de quién nos está gobernando en muchos casos, pero en concreto en Andalucía. Mientras tanto, los autónomos, las pequeñas y medianas empresas estamos hipotecados para poder subsistir, reduciendo gastos, despidiendo trabajadores y encima, asediados por los bancos a punto de perderlo todo: la vivienda, la empresa, la dignidad, el honor y las ganas de emprender iniciativas vinculadas a cualquier ente Público, que hasta ahora es meterse en túnel sin salida. Si la Junta de Andalucía no es capaz de saldar sus deudas por su mala gestión, el Estado debería tomar cartas en el asunto e intervenir para que situaciones como esta no desacrediten al resto de Comunidades y/o Entes Públicos. Rafael Galván