Las fiestas navideñas son fechas idóneas para que los canales de televisión pongan en sus pantallas las películas con más “gancho” de temáticas infantiles, de dibujos animados y argumentos tiernos y sensibles. Hay muchas de esas películas que aunque las veas cien veces, nunca te cansas, sin embargo hay otras que las ves 1 sola vez, y no desearás verla nunca más. En todas ellas siempre hay un/una protagonista, nos guste o no, aunque sea apático/a o desagradable, los guionistas los escogen. En Arcos hace ya 3 años largos que estamos rodando una película municipal, sin duda de dibujos animados y con tintes surrealistas, con presupuestos ridículos y gastos desorbitados y con figurantes, muchos figurantes que solo ponen la mano a fin de mes, comiéndose el presupuesto para otras cosas necesarias porque los escenarios son escasos y están deteriorados por no mantenerlos. Entonces es cuando se mezcla la caricatura esperpéntica con la ridiculez de las películas de humor, y partirse de risa cuando uno ve balances de legislatura de una alcaldesa inmersa en el guión del que quiere seguir siendo la protagonista, con connotaciones negativas maquilladas con ilusiones de lo que se debería haber hecho. Estamos en el suelo, la tierra o en el País de las maravillas; juega a Blancanieves y los siete enanitos o a ser Cenicienta pero que la silla de protagonista no se la quite nadie, hasta que encuentre un agujero donde esconderse y aunque se hunda su barco de Piratas del Caribe….que más da. Y ahora se ve que después de todo, encima tendremos que aplaudir sus gracias y sus logros, pero entonces es cuando vemos que está transformada en nuestro entrañable personaje de Pinocho en un nuevo final del cuento inmerso en avaricia y la mentira de un personaje de los de las películas que no queremos volver a ver nunca más
Rafael Galván Rodríguez
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada