Las pobres ovejitas decepcionadas II

Si recuerdan aquellas ovejitas que decidieron seguir su camino la semana pasada y alejarse del pastor que tanto les había prometido y que tan lejos estaba la realidad de aquellas promesas pastoriles. Pues estas ovejitas,

conscientes y seguras de que habían tomado una decisión acertada

, continuaron un camino común donde el compañerismo entre ellas se había fortalecido, la confianza entre ellas era más cercana, sólida, y así lograron salir de esa crisis más fuertes y seguras del paso dado. Tanto es así, que muchos de los otros pastores del lugar, en esa espléndida y bella aldea del Sur, se interesaron por ellas y les ofrecieron formar parte de sus rebaños, un tanto interesados, en algunos casos, por la fortaleza, confianza, robustez, forma de trabajar y orgullo de estas, que al pasar, todo el mundo admiraba, ya que habían sido puestas a discusión en muchos de los casos. Aun así y la insistencia de los pastores, las ovejitas sabían que la fuerza que habían conseguido había sido gracias a la suma de los esfuerzos individuales que se complementaban uno a uno dentro del grupo, del conjunto, y porque la finalidad de todas ellas era conseguir lo mejor para todas, incluyendo a ovejitas venideras de otros parajes y rebaños, que veían como se consolidaban los valores que muchos humanos desearían tener: la honradez, la sencillez, la transparencia y el saber compartir y valorar lo que es de los demás como si fuese propio. Actuar de la manera que si algún día lo necesitas tú, te gustaría que lo hiciesen por ti…Todo aquello que aunque parezca un cuento, forma parte de la vida real contada por un humilde perro pastor, que tampoco sería nadie sin sus ovejas…porque todos nos necesitamos mutuamente tarde o temprano. Y como cuento que es, con el deseo de que sirva de algo esta historia en un futuro cercano, colorín colorado este cuento ya ha acabado.


Rafael Galván Rodríguez