dilluns, 5 de setembre del 2011

TRIBUS URBANAS "EL MAESTRO"


Al llegar esta época, finales de agosto principios de septiembre, doy paso a un periodo "RARO", en el cual no sé si voy o vengo, si estoy o de donde soy, me refiero al fin de las vacaciones. Siempre encontré estas fechas y sus efectos contradictorios y ya de pequeño, de alguna manera, veía que algo agradable acababa y volvíamos a la rutina del cole, eso sí, una vez iniciado, encontrábamos alivio allí mismo al reencontrarnos con nuestros compañeros, algo cambiados, más altos, más morenos, quizás a los chicos con alguna pelusilla en la cara y a las chicas reafirmando que ya no eran niñas sino más bien mujeres. Otra novedad eran los profes y los libros, cosa que nos condicionaba el curso y nos daba la incertidumbre necesaria para comenzarlo, aunque no sé que nos la producía más, unos u otros. En cuanto a los unos tuvimos de todo, desde aquel profesor ejemplar con el único fin de enseñarnos de la mejor manera posible, en consonancia con sus aptitudes y sus métodos diversos, desde regalarnos folios, caramelos o quizás alguna excursión al campo por hacer algún trabajo o ir el domingo a misa. Estos métodos eran " guays" aunque no todos eran así, había excepciones. Recuerdo que en un año al comienzo del curso, nos tocó en suertes un maestro de gran fama entre los alumnos. Nuestro primer día con él y al hacernos formar en el patio, nos cruzamos con nuestros predecesores(los alumnos de tercero del año anterior) y sus miradas de reojo tenían complicidad entre pena y cachondeo. Algún valiente nos susurro: cuidado con LA DOLORES, con las consiguientes risas de todo el grupo, aunque de verdad nosotros, los novatos de tercero, no le veíamos la gracia. Al llegar a clase, nos indicó cual debía ser nuestro comportamiento, con la consiguiente indicación de que si no llegábamos a cumplirlo, llamaría a su amiga Dolores. Pasado diez minutos y al oír algún susurro en clase, nos formó, Dolores salió de la nada y nos la presentó uno por uno, mano a mano y en aquel momento entendíamos que Dolores inevitablemente formaría parte de aquel curso. La primera impresión nuestra fue respeto, temor y algún i ay! DOLORES era larga y esbelta, para mi gusto un poco lacia y retorcida como el maestro, creo que era hija de electricista y aunque próximo al verano, nos calentaba en exceso y nos producía sudor. Aquel curso la verdad estuvimos muy motivados con ella, aprendimos de tirón todas las tablas de multiplicar, reglas de ortografía y todos los ríos con sus respectivos afluentes. ¡Qué curso! jamás volví a tener tan buenas notas. Con los años reconozco que gracias a DOLORES y al maestro me hicieron, creo, un hombre de bien, eso sí, algo temeroso hacia los demás. Ella formaba parte de nosotros y pese a ser hija de electricista, no era corriente ¡Qué va!, aunque se podía enchufar: su alma era de cobre y su exterior de plástico, eso sí, era mona con sus cables trenzados y su cabeza gorda, parecía una serpiente habitando en el cajón de la mesa del maestro, desteñida por los golpes que le propinaron por nuestra culpa. Con los años he llegado a entender su composición, DOLORES era un simple cable eléctrico, eso sí, gordo, trenzado y reparado con cinta aislante debido a su incesante trabajo. Su nombre también era fruto de lo que nos hacía sentir, y sus apellidos Manos Calientes. Pienso que al igual que antes, acabarán las vacaciones y el verano; darán comienzo las clases, volveremos a la normalidad, si por ello entendemos volver a nuestra labor anterior, en el supuesto que tengamos trabajo, que por desgracia en nuestros días podemos considerarlo un privilegio. Algunos volvieron de sus inmerecidas vacaciones, digo inmerecidas por el escaso tiempo en sus cargos y la poca productividad en sus puestos, caso de concejales miembros del ayuntamiento. Me pregunto, si Dolores causó en mi tanta influencia ¿Por qué la conocemos unos y otros no? También me pregunto ¿Qué fue antes Dolores ó el Maestro? , ¿El CIUDADANO Ó EL POLITICO? Veo reanudar el actual ciclo político en nuestro pueblo, Arcos y a mi pesar veo como sigue casi todo igual y con los mismos problemas. Veo con asombro como en el último pleno se emplearon 8 horas malgastando tiempo, dinero y recursos del contribuyente de forma infantil con reproches y descalificaciones partidistas que no llevan a ningún sitio ni a nada. Solo intentan hacer política partidista en contra del bien común de los ciudadanos. Si yo fuese mi viejo maestro me presentaría en el pleno con Dolores y les enseñaría la siguiente lección que aunque simple muchos no llegan a entender:
"El ciudadano es el máximo exponente en Democracia y a él se deben todos los políticos". El político es un ciudadano que libremente decide presentarse a unas elecciones poniendo a disposición del ciudadano una serie de proyectos, compromisos, valores e ideas. Una vez el ciudadano elige al político, éste tiene la obligación de cumplir con sus promesas y compromisos por el bien común de la ciudadanía. El político debe valerse del poder que se le otorga con este único fin, así como estar en la obligación y alerta de los problemas a través de la comunicación con los ciudadanos. Esta lección es cortita, pero seguro que a más de un político LA DOLORES tendría que hacerle algún reproche, quizás se perdieron la lección en la que ellos, los políticos, se deben al pueblo y están en la obligación moral de utilizar todos los medios de los que disponen para intentar solventar la grave situación en la que estamos, de una forma acorde a estas necesidades y sin la intervención de mi amiga del alma LA DOLORES.

Manuel Sánchez Dorado
Ven-T Jédula

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